ANOCHECE
Nos sentamos en las rocas, la
jornada había sido larga. Caía la tarde y la luz filtrada por el
ramaje le daba un resplandor plateado interrumpido por las pequeñas
corrientes que se entretenían con los guijarros del riachuelo. Los
murciélagos hacían lo mismo con nuestras cabezas mientras
perseguían su sustento sobre la lámina de agua.
Así nos quedamos
ensimismados un buen rato contemplando el ocaso.
La luz dorada y rosácea se
desparramaba por las laderas colindantes, después se fue en busca de
las nubes pintando una acuarela de tonos cálidos con infinitos
matices; el sol se ocultaba tras las sierras perfilando aceradamente
sus crestas al tiempo que las oscurecía y dramatizaba.
Las sombras se adueñaban del
entorno y los árboles se tornaron duendes, toda la belleza que nos
rodeaba mudó lentamente en misterio, ora allí ora aquí, las
oscuras siluetas parecían tener vida y se escondían y aparecían a
voluntad del viento.
La luna ya asomaba y cubría
con su tenue luz azul plateada lo que el sol abandonaba.
Nos fuimos al fuego buscando
refugio en su luz y calor, la contemplaba sentada frente a mí, un
lado iluminado por la luz cálida de la hoguera, el otro, por la fría
y azul de la luna; parecían dos personas que se apretujaban formando
una sola.
Al cabo de un rato y llenos
de paz y felicidad por poder contemplar y ser partícipes de
semejantes momentos, nos fuimos a dormir amando un poco más esta
vida.
hoy, que por fin me he arremangado a subir un nuevo post, no he querido amargaros con algún comentario negativo de la situación actual y lo que he hecho es escribiros un trocito de lo que suelo hacer cada vez que puedo: escaparme al monte y lo que he escrito arriba es lo me sale de dentro cuando estoy en determinadas situaciones en determinados momentos, que para mí son maravillosos.
y, para que todo esté a juego voy a subir alguna foto que esté a la altura de lo que cuento más arriba.
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