La
ingeniería especulativa en las finanzas y la crisis
Llevo un tiempo leyendo
bastante sobre la actual crisis y he notado que, cuanto más lo hago,
más diferencias encuentro entre los diferentes expertos que opinan
sobre el por qué de su inicio, su trayectoria y posible desenlace.
Unos opinan que la culpa
la tenemos todos porque hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades ayudados por un Estado despilfarrador y que los
mercados no hacen otra cosa que reaccionar ante nuestras
irresponsables acciones.
Otros en cambio, piensan
que los verdaderos culpables están en los mercados financieros que
han provocado un colapso de la economía con sus actividades
especulativas, arrastrando a los estados una vez estos asumieron las
deudas. Es decir, que no es que no seamos culpables si no que somos
victimas de una crisis provocada por el desmedido afán de riqueza de
unos pocos.
Una vez vistas las
posturas principales de las dos partes había una cosa que me hacía
desconfiar: ¿cómo era posible que, a pesar de ser tan razonables
las dos teorías, apenas tuvieran eco las segundas? ¿como es que
todos los medios importantes y considerados serios no las tomaran en
cuenta? ¿cómo los primeros espadas de los principales partidos, que
se suponen miran por nuestro bien, les hacían oídos sordos tan
descaradamente? Eran teorías que, por lo menos, merecían ser
escuchadas, o de otra forma, deberían habernos mostrado con
resultados claros y convincentes las bonanzas de las que ellos
defienden y los errores de las otras.
Como consecuencia de tal
despliegue favorable a las tesis mayoritarias (la primera), la
población cree que son las ciertas y que los que están en contra no
son más que conspiranoicos que disfrutan metiendo miedo o que,
simplemente están locos.
Creo firmemente que lo
que realmente ocurre es que la mayoría de la gente es incapaz de
reconocer su ignorancia y de aceptar el desinterés sobre un tema al
que jamás prestaron atención; Es por ello que se suman a las
teorías mayoritarias que ya se encargan de darnos los razonamientos
“deconstruidos” y así ahorrarnos pensar y perder un minuto, eso
sí, se apuntan porque no les queda más remedio, pues les está
afectando enormemente y parecerían de otro planeta si mostrasen el
mismo interés por el tema que antes: ninguno.
Es fundamental intentar
poner un poco de luz, a mi modesto entender, a todo este asunto de la
crisis, pues si conseguimos llevar al idioma de los mortales algunas
prácticas y términos utilizados hoy en la inescrutable economía
financiera, muchos de los dogmas de fe admitidos por los ciudadanos
se caerían como castillos de naipes.
La primera pregunta que
se debe intentar explicar es ¿qué son los mercados? Sí, porque
todo el mundo habla de ellos y no todos saben exactamente a qué
están refiriéndose.
¿qué
son los mercados?
Según los partidarios
de la tesis mayoritaria los “mercados” son los ahorros de la
gente, es decir, los fondos de pensiones, los planes de pensiones de
funcionarios, cooperativas de ahorros, las cuentas a plazo fijo, las
hipotecas, los préstamos solicitados para adquisiciones de todo
tipo...etc. O sea, en tanto que ahorradores el mercado somos todos.
De esta manera todos somos, de alguna forma, culpables del
desaguisado.
Según los partidarios
de la tesis minoritaria los mercados son sencillamente el lugar donde
colocan NUESTRO dinero, las hipotecas, las tarjetas de
créditos, préstamos empresariales...etc. Y esto es “colocado”
dentro de unos paquetes (productos financieros) con los que luego
negocian en el mercado secundario o de derivados los principales
usuarios de estos mercados (inversores), quedando al margen de
esta actividad y de los beneficios obtenidos la mayor parte de la
ciudadanía.
Nos debe quedar claro
entonces que, efectivamente y queramos o no, somos parte de
estos mercados, porque toda nuestra actividad económica (el dinero,
el uso de tarjetas de débito, hipotecas, préstamos, planes de
pensiones y cualquier otra) es transferida automáticamente a través
de nuestro banco al mercado, introducida en un producto financiero
cuyo principal objetivo es abastecer de suficiente materia prima el
escaparate financiero y así ponerlos a disposición de los ávidos
inversores en número suficiente para que puedan seguir comprando y
especulando y aumentando exponencialmente sus beneficios. O sea que,
aunque el mercado somos todos, unos lo somos para llenar los
productos y otros para especular con ellos y buscar
beneficios.
¿cómo
hay tanto dinero disponible?
Mucha
gente piensa que todo el dinero que existe es el que imprimen los
estados a través de sus bancos centrales, sin embargo, este dinero
apenas supone el 10% del total, el resto es el denominado dinero
bancario.
Este dinero lo “fabrica”
el propio banco, me explico: cuando pides un préstamo y el banco te
lo concede, te da dinero que alguien a ingresado en una cuenta, por
ejemplo si hay un ingreso de 200€ el banco puede disponer por ley
de un porcentaje de ése depósito para realizar préstamos (sólo
está obligado a mantener en caja un porcentaje pequeño del dinero
que ingresan los ahorradores), entonces si te conceden el préstamo,
por ejemplo 100€, te pide un interés a cambio (pongamos el 5%). El
dinero que hay ahora es 200 que están ingresados en la cuenta, otros
100 que el banco te ha prestado (que son100 de los 200 de la cuenta)
y el interés que te pide el banco por dicho préstamo. Es decir, de
la noche a la mañana, los 100€ iniciales se convierten en 305€
(sumando 200 a los 100 del préstamo y a esto le sumamos los
intereses).
A
esto se le llama dinero bancario y, como es lógico, los bancos se
han esforzado desde siempre en aumentar todo lo posible este dinero,
pues es gracias a él como consiguen riqueza, influencia y poder.
Hay
que tener en cuanta que ese dinero no está respaldado por ningún
país ni institución, entonces... La cuestión
es ¿qué pasa cuando el castillo de naipes se derrumba? ¿quién se
hace responsable de la montaña de dinero bancario cuando los
negocios salen mal? Es fácil la respuesta: el Estado acude al
rescate y lo pagamos los ciudadanos.
Una
vez comprobado cómo aumenta el dinero bancario es fácil comprender
el porqué de tal cantidad de dinero circulando.
El
dinero real, es decir, el fabricado por los estados también ha
sufrido una enorme concentración, quedando en las manos de un número
cada vez menor de ciudadanos que han logrado acumular enormes
fortunas y poder.
Esto
ha sido posible gracias a una tendencia que se ha venido sucediendo a
través de los años en la que el capital ha conseguido influir cada
vez más en las cuestiones políticas y ha logrado imponer normas que
le eran claramente beneficiosas, fundamentalmente en lo que a
cuestiones laborales e impositivas se refiere.
En
concreto en materia de impuestos las grandes fortunas y el
empresariado tienen unas tasas impositivas muy inferiores a las de
las rentas del trabajo; además y como si este privilegio no fuera
suficiente evaden grandes cantidades a
paraísos fiscales,
lugares desde donde operan los principales inversores especulativos a
través de los fondos de inversión.
Ésta
situación da lugar a dos circunstancias:
_ Los Estados ingresan
menos y deben endeudarse y acuden a los mercados a por dinero y...
¡qué casualidad! Ahí están esos que no pagan impuestos con sus
cuentas a rebosar dispuestos a darles prestado el dinero “ahorrado”
que han evadido y, por supuesto, también están los bancos, deseosos
de seguir aumentando la cantidad de dinero bancario en circulación.
Estos préstamos, además de darle más poder a la banca, tienen como
colateral (garantías) los bienes públicos, que van pasando a manos
privadas aceleradamente a través de las privatizaciones a que se ven
obligados los estados cuando empiezan a tener problemas para
amortizar la deuda más los intereses...con la particularidad que
cuanto más grave sea la situación del país, más barato estará
dispuesto a vender.
_ La otra circunstancia
es que el dinero que “ahorran” las multinacionales por no pagar
impuestos, dado que la economía real cada vez genera menos
beneficios, no es invertido de nuevo en las empresas (economía real)
es dirigido fundamentalmente a las inversiones especulativas mucho
más rentables (economía virtual)
Hay que considerar que
ese dinero “ahorrado” por las grandes fortunas y las
multinacionales significan miles de millones de € (incluso
billones) a nivel mundial con lo que están capacitados de sobra para
influir en los mercados.
Por otro lado, los altos
niveles de endeudamiento estatal se deben principalmente, además de
lo anterior, a la socialización de las pérdidas, es decir, los
Estados se encargan de asumir, con dinero público, las pérdidas
provocadas por entidades privadas (bancos comerciales, corporaciones
financieras, aseguradoras, bancos de inversión etc) con lo que se
ven obligados a acudir a la subasta de deuda (pedir prestado) con más
asiduidad y, por culpa de la deuda adquirida, el dinero prestado
viene acompañado de un interés mayor, con lo que el círculo
vicioso se cierra en una espiral crítica.
Pues bien, ya debemos
tener claro que los mercados no son ese lugar donde se acumula el
dinero de todos los ciudadanos y que su funcionamiento se rige por la
natural actividad de la oferta y la demanda y que ahora nos toca
perder porque hemos hecho las cosas muy mal (hemos vivido por encima
de nuestras posibilidades).
Mercado
primario y mercado secundario.
Esto
es importante tenerlo claro porque se suele escuchar bastante y no
todos saben qué diferencias existen entre uno y otro.
_ Mercado
primario.
Es
cuando acudimos a la bolsa con nuestra empresa en busca de dinero y
la troceamos para que los posibles compradores (inversores)
adquieran los trozos (títulos, acciones, bonos...) digamos que la
colocamos en el escaparate (cuando Rato tocó la campanita al hacer
la presentación de la entrada de Bankia en la cotización
bursátil). Es muy importante que los productos sean reconocibles
(Repsol, Endesa, Banco Santander...) para poder evaluar
convenientemente el “valor” de las empresas y comprobar que el
de los títulos (acciones...) están en consonancia.
En
definitiva, este mercado primario es el que pone en contacto a las
empresas que buscan capital con los que lo tienen.
_
Mercado secundario.
Una
vez hemos colocado nuestra empresa troceada y han sido adquiridos
nuestros títulos, se pasa a un segundo mercado (el secundario) en
el que los compradores (inversores) de esos títulos se dedican a
hacer negocios con ellos. Es aquí donde se producirán las subidas o
bajadas del valor de los mismos.
Es
decir, es aquí donde entra con fuerza la economía financiera
especulativa.
¿porqué
fue tan importante la desregulación financiera?
Para calibrar la
importancia de éste tema es necesario exponerlo en cuatro apartados:
- En primer lugar permitió eliminar muchas normativas reguladoras que suponían un freno al aumento exponencial de la economía especulativa, una de las más importantes fue la Glass-Seagall Act aprobada en 1933 como respuesta al crack del 29 en EE-UU y derogada por la Gramm-Leach-Bliley Act de 1999.Esa norma fue fundamental pues por un lado impedía que los bancos comerciales (los tradicionales donde vamos a depositar nuestros ahorros) operaran en los mercados financieros especulativos, es decir, que una vez derogada esta ley, nuestros ahorros pasaban al mercado financiero y nos convertíamos, quisiéramos o no, en inversores. Y por otro, impedía que estos bancos se pudieran fusionar con los bancos de inversión, aseguradoras o entidades financieras. Derogada la norma, las fusiones masivas sobrevenidas crearon gigantescos monstruos financieros que manejaban cantidades astronómicas de capital influyendo decisivamente a su favor en los mercados.Ahora, nuestros ahorros a plazo fijo, nuestros planes de pensiones, las hipotecas etc. queramos o no, están circulando en la nebulosa especulativa. Como ves esta ley es importantísima y apenas se habla de ella en los medios ni la nombran los poíticos.
- Esta desregulación facilitó que pudieran “inventarse” nuevos productos que sólo buscaban colocar la enorme montaña de capital disponible en vez de crear riqueza en la economía real, eran nuevas formas de satisfacer las ansias de fortuna de los inversionistas y de proporcionar vías de expansión a las cada vez más desaforadas exigencias de las corporaciones, porque en la economía neo-liberal debes generar beneficios de manera exponencial o estás muerto.Al no haber regulación los nuevos productos sólo tenían como límite el de la imaginación del que los creaba y, cuanto más complejos, más fácil era engañar a los inversores en cuanto a la fiabilidad de dichos productos como objetos de inversión.
- La desregulación facilitó la globalización financiera que permitió el movimiento de capitales de una parte a otra del globo sin ninguna traba, fue un complemento esencial para el triunfo de las finanzas especulativas.
- Y, por último, la generalización de los medios telemáticos supuso el colofón para el crecimiento exponencial de las operaciones y con ella la rentabilidad, pues se podían traspasar miles de millones con sólo apretar un botón.
¿por
qué ha sido tan determinante en la crisis el abandonar la inversión
en la economía real?
Para responder a ésta
pregunta es necesario antes explicar un poco qué es la economía
real y las diferencias con la economía especulativa:
a) Economía real.
Significa que un
inversor pone dinero en una empresa comprando sus acciones en la
bolsa, que esa empresa, gracias al nuevo capital, ha podido optar al
concurso de más y mayores obras.
Gracias a ésta entrada
de capital el propietario de la empresa puede contratar más
trabajadores, hacer subcontratas, pedir materiales...con lo que hay
crecimiento económico. Como es obvio, los beneficios de ésta
empresa se obtienen cuando termina los trabajos de manera óptima y
se reflejan en sus acciones, que aumentan su valor y, por
consiguiente, el inversor ve aumentar el de su cartera; si por el
contrario la obra no se lleva a término, el contratista no la cobra
y tiene pérdidas y esas pérdidas se reflejan en las acciones que
tiene el inversor. Por tanto a todos les interesa que la cosa vaya
bien.
b) La economía
especulativa.
Funciona de manera
diferente: los inversores apuestan a si la obra del aeropuerto
va a terminarse o no y para ello no es necesario, y esto es lo
más importante, poner un euro en la empresa que va ha
desarrollar las obras, es decir, la economía especulativa tiene dos
aristas muy peligrosas y potencialmente dañinas, la primera es que
no se invierte en las empresas u otros bienes o sociedades que
generan riqueza del tipo obras, comercios, negocios, préstamos etc.
(que son en definitiva los que crean la mayor parte de los empleos) y
segundo, al no haber puesto un duro en el negocio les da igual que se
caiga o no, lo único importante para ellos es que ocurra por lo que
han apostado, incluso que se caiga si es por eso por lo que han
pujado ¿tiene o no tiene esto peligro?.
Por
eso el desvío de capitales a la economía virtual especulativa en
vez de generar crecimiento económico y riqueza a la población, lo
que ha provocado ha sido un frenazo en las mismas y a los únicos que
ha beneficiado ha sido a los grandes inversores.
Al ser tan rentable no
sólo se ha ido la mayoría del capital inversor a éste mercado,
también se han “llevado” el de los pequeños ahorradores y
clientes comunes de bancos que no son inversores.
Ahora que ya sabemos más
o menos qué son los mercados y cómo están “regulados”
pasaremos a explicar lo más someramente posible (dentro de su
complejidad) cómo funcionan.
Invertir
en los mercados
En
los mercados se puede invertir, principalmente, de tres maneras:
1)
Comprando acciones-bonos en la bolsa.
Este
procedimiento es el clásico y consiste en adquirir títulos de las
diferentes empresas y corporaciones que han entrado a cotizar en la
bolsa (en España es el IBEX 35).
En
este modelo el valor de las acciones va determinado por el valor de
las empresas que las emiten y éste valor está, a su vez, muy
relacionado con la capacidad de la empresa por atraer inversores que
compren sus acciones, con lo que el círculo se cierra y empresas e
inversores luchan por los mismos intereses.
El
valor de las acciones está regulado por un mercado secundario que
afina hasta la centésima de euro dicho valor.
Todo
el tinglado está dotado de un mecanismo de control (en España por
la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV). Lo que crea una
especie de corsé que impide un crecimiento exponencial de los
beneficios y por ende de los riesgos.
Todas
las empresas, fundaciones, sociedades... que están presentes son
reconocibles y tienen una actividad perfectamente definida (Repsol,
Telefónica, Banco Santander...) y por eso es relativamente sencillo
saber, en el mercado secundario, el valor de sus títulos.
Esta
inversión estaría dentro de la denominada economía real.
2)
Comprando productos para venderlos más adelante.
Esto
ya se denominaría invertir en el “mercado de derivados” o “de
futuros” y sólo existe en el mercado secundario (en el apartado 3
explico lo de “derivados”).
Se
pueden adquirir productos financieros (títulos) o de materias primas
(trigo, maiz, petróleo, minerales etc).
Consiste
en que compras un producto para venderlo en otro lugar donde sea más
caro o lo guardas hasta que su valor aumente y entonces lo vendes.
Estás
especulando con los valores futuros de un producto.
Esta
actividad forma parte de la economía real especulativa.
3) Realizar apuestas sobre el valor futuro de los productos.
Estas
operaciones también estarían dentro del mercado de derivados, en
los denominados “mercados de futuros” y es aquí donde apareció
la llamada “ingeniería financiera” causante principal y en
primera instancia de la crisis actual.
Se
desarrolló a partir de la actividad comentada en el apartado 2, a la
que se le dio una vuelta de tuerca debido al aumento del capital
disponible de los inversores (ya explicado más arriba) que
demandaban nuevos productos para invertir y que le generaran mayores
beneficios y, por definición, con más riesgo.
Esta
“ingeniería financiera” creó toda una suerte de productos y
prácticas comerciales altamente sofisticadas que son las causantes
de la fobia de los ciudadanos a los temas económicos.
¿Qué es un derivado financiero?
Es
un contrato financiero, un pedazo de papel, que puede ser comprado y
vendido a cambio de dinero real, pero no tiene valor en sí mismo,
el valor le viene derivado (de ahí su nombre) de algún otro
producto.
Una
práctica muy extendida y que sirve de ejemplo es cuando crean un
producto con un determinado nombre (MBS, RMBS, CMBS, CDS, CDO´S,
CDO´S SINTÉTICOS... etc), colocan dentro del producto títulos (el
contrato de una hipoteca, de un préstamo estudiantil o de un
empresario, préstamos para la compra de un vehículo, créditos de
tarjetas, fondos de pensiones...) y asocian el valor de este
producto con el de los títulos que contiene, es decir que el valor
del producto es “derivado” del de los títulos (de ahí el nombre
de “mercado de derivados”).
Así,
si los títulos suben o bajan, se refleja en el producto, y las
ganancias o pérdidas dependerán de la cantidad que se haya
apostado y de si se ha apostado a corto plazo (que perdían valor
los títulos) o a largo (que ganaban).
¿y
cómo sube o baja el valor? depende de la “calidad” de los
títulos, es decir, de la solvencia de los que los contrataron y de
la “rumorología” en el parqué (si se corre el rumor de que no
se van a pagar, de que se van a pagar con holgura...)
Esto
es muy importante e indica la complejidad del modelo, ya que, al
contrario que en la bolsa tradicional, aquí
los que indican el valor de los títulos no son empresas
reconocidas si no toda una amalgama variopinta de contratantes de
hipotecas, de préstamos de vehículos, de tarjetas de crédito... y
resulta prácticamente imposible calibrar los riesgos reales a la
hora de tasar el valor de los títulos.
Ingenioso,
¿verdad?, así nadie es capaz de saber con exactitud la calidad de
los productos.
Bien,
pues básicamente y muy esquematizado, esto es lo que hay en cuanto a
la economía financiera, ¿a qué no es tan complicado?.
Ahora
entramos en el tema que más miedo da: la economía financiera
especulativa y su hija la ingeniería financiera.
Entrar
aquí es, muy a nuestro pesar, fundamental para comprender la crisis.
Hagamos
un poco de historia:
Hasta
principios de los 80, invertir en la economía real fue rentable,
pero a partir de esta fecha, con la implantación de las ideas
neo-liberales, las rentas del trabajo (los salarios) y los derechos
laborales fueron mermando, al mismo tiempo y promocionada por la
nueva ideología, se aumentó la carga impositiva a las rentas del
trabajo y se rebajó las del capital y las de las empresas.
El
desarrollo tecnológico y la mayor organización, permitió un gran
aumento de la capacidad de producción.
Así
las cosas, tenemos por un lado unos beneficios del capital en
constante crecimiento (disminución de salarios e impuestos) y un
excedente de productos (crisis de sobreproducción) también
en aumento.
Por
el otro tenemos a una clase trabajadora (la mayor parte de la
sociedad) con menor capacidad de consumo (subidas impositivas y
bajadas salariales) y mayor inseguridad (pérdida de derechos
laborales).
No
hay que ser un lince para darse cuenta de las consecuencias que tal
situación trae consigo:
La
economía real se frena porque las empresas no venden al ritmo que
producen y las familias no consumen lo suficiente para rentabilizar
la producción y acelerar la economía..
llegados
a éste punto es entonces cuando el capital, no obteniendo suficiente
rentabilidad, deja de invertir en la economía real (no invierte en
sus empresas o en otras actividades productivas) y empieza a
desviarse hacia la economía especulativa buscando la máxima
rentabilidad.
A
este capital desviado se le suman las cantidades que son evadidas al
fisco (encima que cotizan poco) que el Estado no ingresa y que,
enviadas todas a los paraísos fiscales, son recibidas con los brazos
abiertos por los fondos de inversión, especializados en invertir en
la economía especulativa (la mayor parte de estos fondos se ubican
en dichos paraísos).
Aquí es
importante resaltar que no todos los paraísos fiscales son islas
lejanas o países en lugares en desarrollo, por ejemplo Luxemburgo,
Suiza y la misma ciudad de Londres (la city) son paraísos fiscales.
Y
ya hemos hablado de lo que significa de negativo el desvío de la
inversión a la especulación, porque la que crea riqueza es la
economía real (puestos de trabajo, fábricas, bienes, etc), la
especulativa sólo crea dinero del valor ya creado.
Esta
masiva llegada de capitales dio mucho poder a sus poseedores, que
presionaron para eliminar las regulaciones, promovieron la
globalización de la economía y fomentaron la creación de productos
desarrollados a través de la denominada ingeniería financiera.
Por
otro lado para mantener en lo posible el consumo lo que se hizo, en
vez de subir salarios, fue bajar los tipos de interés, lo que
facilitó el acceso al crédito de la población, que acudió
masivamente a ellos para mantener el poder adquisitivo.
Esto
proveyó a los bancos de material masivo (préstamos hipotecarios, de
tarjetas, préstamos personales) para introducirlos en los paquetes
(productos derivados complejos) y lanzarlos al mercado para que
fueran comprados por los especuladores con los bolsillos llenos de
capital.
Esto
es un resumen para que veáis de dónde han salido esas enormes
fortunas que son invertidas en las finanzas y que, aunque parezca que
no, sí nos han acabado afectando y bien.
¿se
entiende no?
Antes
de pasar a explicar los productos financieros complejos más
importantes es necesario repasar algunos factores relacionados para
una mejor comprensión del tema.
La
especulación.
Esto
es mejor explicarlo con un ejemplo:
supongamos
que quiero especular en el sector inmobiliario. Entrego una señal de
3000€ por tres pisos que todavía no están acabados a la
constructora, los pisos valen 100,000€ cada uno, pasan unos meses y
suben los precios hasta 150,000 el piso. Los pongo a la venta y una
vez conseguido compradores los pongo en contacto con la promotora que
cobrará 300,000 € por los tres pisos, que es lo que valían cuando
les dí la señal. Los compradores habrán pagado 450,000 por los
tres, la diferencia, 150,000€ a mi bolsillo y no he tenido gasto
alguno en escrituras... ¡negocio redondo!.
El
problema surge cuando no suben los precios y me toca quedarme con los
pisos.
No
creo necesario extenderme más sobre el tema porque éste caso es uno
de los más populares entre la gente gracias a nuestra burbuja
inmobiliaria, que nos hizo a muchos ciudadanos especuladores.
En
la economía financiera se hace básicamente lo mismo, pues se
intenta comprar barato para vender caro, la diferencia es que aquí
no hay pisos ni nada parecido, aquí los productos comprados son
papeles cuyos valores vienen determinados (derivados) de otros
productos (hipotecas, créditos...) que han sido titulizados
(títulos) y gracias a la desregulación se permiten todo tipo de
prácticas para actuar sobre estos títulos en los mercados
financieros (comprar, vender, apostar a corto, a largo, ...)
El
apalancamiento financiero.
Ya
empezamos con las palabrejas ¿eh?.
Bien,
pues esto tampoco tiene ninguna dificultad, aunque parezca lo
contrario.
En
el mercado financiero las variaciones en los valores, que son las que
indican las ganancias o las pérdidas, son muy pequeñas, normalmente
de décimas y esto supone que, para obtener grandes beneficios, es
necesario hacer grandes inversiones.
Esto
trae dos problemas:
_
El primero es que no todo el mundo tiene esas cantidades de capital
disponible.
_
El segundo es que los que tienen ese capital, sólo invierten esas
grandes cantidades si la rentabilidad va a ser muy elevada ¿para qué
utilizar tu fortuna en minucias?
Para
solucionar estos dos problemas apareció el apalancamiento que no es
otra cosa que esto:
tomando
como ejemplo la compra de pisos del apartado anterior, el que quiere
invertir en el mercado de productos derivados complejos hace lo mismo
que el comprador del piso: dar una señal por la inversión (apuesta)
en un determinado producto que tiene un valor mucho mayor y un banco
o un broker (intermediario) nos “presta” el resto, por ejemplo:
una persona puede tomar una posición (apuesta) de 100,000€ en un
producto, pongamos por caso en hipotecas “prime” (ojo, que estas
son buenas, las malas son las sub-prime), esta apuesta la apalanca
por el triple, es decir que el banco o el broker le presta 300,000€.
Si
hay ganancias o pérdidas éstas se multiplican por el nivel de
apalancamiento, en este caso por 3.
Con
esto solucionamos el problema de los que no disponen de mucho capital
porque no es necesario poner todo el valor de un producto para
apostar en él y podemos multiplicar las ganancias (y las pérdidas);
también solucionamos el de los grandes inversores porque estos
pueden apostar apalancando por 10, 20, 30, 40...(la desregulación
permitió estas barbaridades de apalancamientos) por lo que las
ganancias son astronómicas (y las pérdidas, como estamos sufriendo
ahora).
Bolsas
over the counter
Es
una manera de operar al margen de los regulados mercados bursátiles
oficiales. Los grandes inversores realizan operaciones masivas en
opacos espacios operativos “privados”. Son redes facilitadas
por los bancos que ponen en contacto clientes compradores y
vendedores al margen de las bolsas, donde las transacciones de
títulos se efectúan sin desvelar cantidades ni precios.
En
este tipo de mercados es donde actúan con total impunidad los nuevos
productos financieros complejos y es donde se toman los mayores
riesgos.
No
hay que olvidar que todo esto fue posible gracias a la
desregulación, que ha convertido a la economía financiera en un
lugar donde rige la ley de la selva.
El
crecimiento exponencial del capital que se mueve en estos mercados
obligó a las bolsas tradicionales ha bajar el nivel de sus
regulaciones para atraer de nuevo a los grandes inversores y ha
fusionarse para crear mercados más grandes que pudieran competir con
los “over the counter”.
El
FOREX (mercado electrónico de divisas – foreign exchange)
Otra
palabreja.
Es
el mercado financiero más grande del mundo (antiguamente se llamaba
mercado de divisas). Diariamente miles de millones de divisas son
negociadas en diferentes monedas en todo el mundo.
Es
un medio para ganar/perder dinero fácil y rápidamente gracias a la
electrónica y al apalancamiento.
Los
movimientos dentro del mercado pueden ser tan importantes que los
gobiernos intervienen lo que pueden en él para controlar la
fluctuación del valor de sus propias monedas.
Hablo
de éste mercado porque es el que juega con el valor de las monedas
de los países y mueve tal cantidad de capitales que si apuestan,
por ejemplo en contra del euro con una cantidad
suficiente, es decir a que baja su valor (porque hay que saber que
las monedas son utilizadas en el mercado financiero actual como un
producto más y se puede especular con ellas), el Banco
Central europeo no puede hacer nada (el flujo diario en
este mercado supera los 4 billones de $, 5 veces superior al total de
todas las reservas acumuladas por todos los bancos centrales del
planeta).
Esto
antes era imposible que pasara porque hasta 1971 (año en que se
abolió la norma) estaba regulado y la operatividad de los mercados
de divisas quedaba restringida por unos topes sobre los tipos de
cambio impuestos por las autoridades monetarias.
En este
mercado menos del 5% son operaciones relacionadas con el comercio de
divisas, el 95% restante es pura especulación.
Por
ello, se ha convertido en un mercado volátil, básicamente
especulativo, en el que el dinero-divisa es una mera mercancía como
si de patatas se tratase y en el que la rumorología, los
presentimientos y las noticias juegan un papel fundamental en las
decisiones de los participantes.
Otra
cosa ha tener en cuenta es que éste mercado es “virtual” es
decir, que no tiene un centro de contratación (una ubicación
física) sino que se opera “online” (es decir, es un mercado over
the counter), con lo cual un inversor puede operar desde la pantalla
de su ordenador de casa en el mercado de divisas en tiempo real, lo
que da pie a la montaña ingente de capitales que se mueven a diario
y que no pasan los controles regulatorios que sí tienen los que
operan desde las bolsas tradicionales.
Hedge
funds
Esta
sí que mete miedo ¿eh?.
Pues
tampoco tiene mucho misterio:
son
simplemente fondos de inversión “alternativos” es decir, que
operan en los over the counter, para que no puedan ser controlados.
Son los más dinámicos y están la mayoría ubicados en los paraísos
fiscales.
Son
sociedades (fondos) privadas con un reducido número de participantes
multimillonarios e inversores institucionales, su exclusividad y
dificultad de acceso es debida a las elevadas exigencias de capital
(en muchos casos la inversión mínima es de 5 millones), lo que hace
que sólo lo más selecto del capital financiero pueda convertirse en
socio.
Su
principal ventaja es que estos fondos suelen estar muy bien
“informados” y además son muy “influyentes”.
Operan
al margen de las regulaciones y buscan grandes beneficios y para ello
realizan las operaciones hiperapalancadas más arriesgadas con
todo tipo de productos financieros complejos diseñados para la más
sanguinaria de las especulaciones.
Private-Equity
(fondos de capital riesgo)
Son
fondos que funcionan de forma parecida a los Hedge Funds. El nombre
“Private” significa “fuera de bolsa” o sea son “over the
counter ¿te das cuenta cómo ya vas comprendiendo algunas
palabrejas? Y por tanto no están reguladas ni sus operaciones son lo
públicas que deberían.
Están
especializados en comprar y reestructurar empresas fuera de la
normativa y controles a los que sí están sometidas las que cotizan
en bolsa.
También
son grupos selectos, aunque menos porque antes se exigía un capital
mínimo para ingresar el el club de entre 2 y 25 millones de $ y
actualmente “sólo” se requieren 2500.
al
igual que los Hedge Funds están fuertemente apalancados y se
localizan en paraísos fiscales.
¿cómo
operan?
Compran
empresas con ingresos demostrables y estables con créditos que les
piden a los bancos. Suelen comprar empresas cotizadas en bolsa para
sacarlas del mercado y, una vez en manos privadas, lejos de los ojos
de analistas y reguladores de mercados financieros, se entregan a
despachos de abogados y economistas especializados que proceden a
reestructurarlas (eliminando empleos, vendiendo activos
inmobiliarios, reubicando plantas, …) con el objetivo de
revenderlas o reintroducirlas en bolsa. Utilizan a las empresas
como material para llenar los paquetes y especular (no tienen
bastante con nuestras hipotecas y créditos)
La
deuda que tenía el fondo cuando pidió prestado al banco para
comprar la empresa se la endosan a la propia empresa, que va
pagando la deuda con los beneficios que genera (si los genera si no,
se declara insolvente y aquí todos contentos) con lo que el fondo
sólo ha puesto un % mínimo en la adquisición.
Cuando
la empresa pague la deuda con sus beneficios, el fondo la vende
generalmente reintroduciéndola en bolsa, es una operación muy
rentable pues el riesgo se traslada al banco que concedió el crédito
pues éste no está prestando al fondo sino a la empresa objeto de la
operación.
¿qué?
¡no me digáis que no son listos estos tíos!.
Y
me preguntaréis:
¿y por
qué los bancos pican? Pues porque a ellos también les interesa y me
explico: con este sistema “obligan” a las empresas que son
compradas por los fondos a pedir un crédito (estaría mejor decir
que el fondo es el que pide el crédito y se lo clava después a la
empresa), este crédito es pagado por la propia empresa que intenta
subsistir y si no, siempre podrán embargar una empresita más.
Sicav
(sociedades de inversión de capital variable)
Esta
fórmula es genuina de España, son muy conocidas pues a estas
sociedades han acudido lo más granado y florido del capital español.
Estas
sociedades accionariales actúan como cualquier sociedad anónima,
siendo su teórico campo de actividad la inversión colectiva.
Son
esquemas ofrecidos por los bancos y cajas a los ricos para colocar
sus capitales y evadir impuestos. La excusa para éste trato
privilegiado es que funcionan como un fondo de inversión (los fondos
tributan al 0%, la excusa es que están exentos por las
¿plusvalías? que generan);
Para
crear una sicav deben tener más de 100 participantes y un capital
mínimo de 2,400,000 € aunque no hay problema por que son lo
mismos bancos los que organizan el fraude poniendo los 99
accionistas que faltan. El truco se basa en poner en contacto a
diferentes clientes con los mismos intereses según el esquema: “yo
te ayudo a ti a montar tu sociedad y tú me ayudas a mí a montar la
mía”.
La
autorización de una sicav corresponde a la CNMV que suele hacer la
vista gorda ante tales manejos.
Los
beneficios obtenidos por estas sociedades tributan al 1% en el
impuesto de sociedades y al 18% cuando sus titulares retiran
beneficios, frente al 30% que tributarían si fueran otro tipo de
sociedad.
No
está nada mal, no.
Productos
financieros especializados.
Ahora
vamos a repasar muy esquemáticamente qué son algunos de los
productos que están más de moda en la economía especulativa y que,
gracias a su aparente complejidad, han sido utilizados para tapar las
más horrendas de las prácticas financieras y que son los
principales causantes de esta crisis.
MBS
(o Morgage Backet Securities)
¡toma ya!
Bueno
pues esto no es más que el nombre de un producto (un paquete) donde
los fondos de inversión meten nuestras hipotecas y las de los Ninja
y las sub-prime... y les ponen ese palabro para que los inversores
queden impresionados y los compren.
Es
un producto especializado en hipotecas, si son hipotecas de viviendas
residenciales se denominan RMBS (Residential Morgage Backet
Securities) y si son comerciales (naves, almacenes...) CMBS
(Commercial Morgage Backet Securities).
ABS
(Asset Backed Securities).
Este
producto sube un escalón en complejidad con respecto al anterior.
Lo
que hacen es una especie de pupurrí de títulos (créditos, planes
de pensiones...) y los mezclan en un producto (paquete) repartiendo
así el riesgo y contaminándolo todo e impidiendo saber qué es
exactamente lo que uno compra. El riesgo está en que dentro del
mismo paquete puede haber un plan de pensiones en el que el poseedor
del mismo sea fiable y pague, junto a un crédito de una tarjeta que
el propietario no sea responsable y no se haga cargo de la deuda de
dicha tarjeta, con lo que es muy difícil saber cuánto riesgo tomo
al comprar dicho producto financiero.
Ya
no se basan como los anteriores únicamente en hipotecas, en este
producto sirve cualquier título.
CDO´s
(collateralized debt
obligations)
Este
producto pertenece a la familia de los ABS pero más complejos aún
(le dan una vuelta de tuerca más para que el mayor riesgo los haga
más rentables), en los ABS cogían títulos para hacer
paquetes y aquí lo que hacen es trocear los paquetes y
mezclarlos de nuevo con otro nombre, (se retitulizan), esta
división está relacionada con el riesgo, de tal manera que los
trozos de paquetes más seguros van en la franja superior del paquete
nuevo (o sea del nuevo producto). Son los más seguros ante posibles
impagos y los que van en la inferior del paquete son los menos
seguros y están más expuestos a los posibles impagos de los
títulos. Este nuevo producto posibilitó que los inversores pudieran
adquirir sólo los tramos que ellos quisieran de cada nuevo producto,
es decir, si querían correr más riesgos comprando los tramos de
abajo o menos riesgo comprando los de arriba.
Con
esto se conseguían dos cosas fundamentales para la nueva economía
financiera: tener más opciones de compra para especular y más
riesgo para aumentar las ganancias (o pérdidas).
CDS
(Credit Default Swaps)
Esto
se creó como un seguro, es decir, cuando un inversor compraba alguno
de los paquetes comentados más arriba contrataba además, con una
empresa aseguradora (por ejemplo A.I.G), un seguro de impago (se
protegía por sí fallaba en la apuesta).
Aunque
la complejidad y riesgo de los productos derivados eran enormes, las
ganancias suplían con creces los miedos de los compradores, que
gastaban más dinero adquiriendo los CDS confiados en que el
negocio sería rentable aunque aumentaran los gastos.
Pero
como nunca tienen bastante, idearon una estrategia digna de Luciffer:
supongamos
que somos un gran banco muy influyente, creamos una filial por
ejemplo un fondo de inversión llamado “X”, el banco compra un
producto de muy buena reputación a largo plazo (es decir que apuesta
a que su valor crece) y al mismo tiempo adquiere CDS´s para
asegurarse por si se equivoca en la apuesta, estos CDS,s están
baratos porque el producto es fiable; los inversores, suponiendo que
el banco influyente está bien informado, hacen la misma apuesta con
las cantidades que cada uno pueda. Acto seguido, la filial “X”
comienza un ataque masivo (apostando gran cantidad de capital) a
corto (que el producto se va a la mierda). El pánico invade el
mercado y Efectivamente, el producto se va a la mierda, el banco
está asegurado con los CDS,s ante las pérdidas.
Hay
que tener en cuenta que el banco gana por los dos lados, el banco
está protegido con los CDS y gana el fondo de inversión X porque
gana la apuesta y el producto se va ha la mierda... y como son los
dos la misma cosa...¡pues negocio redondo!.
Esto es
un pequeño resumen de las prácticas y productos altamente
especulativos que son moneda común en la moderna economía
financiera, como habéis podido comprobar, (si tuvisteis el valor de
terminar el texto) todo es una maquinaria preparada y organizada para
acumular gran cantidad de capital a base de aumentar el riesgo; En
ningún momento a la hora de diseñarla se pensó en los ciudadanos,
simplemente se ha buscado rentabilizar al máximo el capital y
beneficiar, como es obvio, únicamente a los que lo poseen. Eso sí,
como ningún tonto tira piedras a su tejado y a ningún listillo le
gusta perder dinero cuando juega, se preocuparon de jugar con red,
pues ataron todos los cabos utilizando su poder e influencias, para
que, en caso de bancarrota (como ha ocurrido) fueran los organismos
internacionales los que acudieran a su rescate con el dinero del
ciudadano común.
Espero
que os sea de utilidad para que no nos sigan contando milongas del
estilo: “es que vivimos por encima de nuestras posibilidades” o
“hay que reformar el estado del bienestar para hacerlo sostenible”.
Un
saludo: MIGEL ROMANO ROMERO