Estas fotos están tomadas en un dormidero de grullas a la hora en la que los bandos se acercan para prepararse a pasar la noche. la verdad que es un espéctaculo poder admirar de cerca las evoluciones de estas bellas aves. Cuando se reúnen a miles en las cercanías de los dormideros forman una gran algaravía con sus graznidos (porque son muy ruidosas) y a ello hay que añadir lo llamativo de su comportamiento lleno de saltos y poses estereotipadas muy atractivas.

aprovechando que va la cosa de atardeceres y amaneceres subo ahora otras que van relacionadas pero con un ingrediente añadido: las grullas, ya han llegado para pasar el invierno aquí después de recorrer miles de kilómetros desde sus lugares de cría.

el motivo de tan largo desplazamiento es que donde crían el invierno es muy duro y en cambio, en nuestras latitudes es mucho más suave

aunque no tengan fama los atardeceres extremeños no cabe duda de que también merecen un alto en el camino para deleitarse y disfrutar de estos efímeros espectáculos que nos regala nuestra amiga la naturaleza con la gran particularidad, tan extraño en estos tiempos, de que el espectáculo es gratuito.

el mochuelo confiado

le hice la foto desde el coche sin necesidad de esconderme en el hide porque tenía el escondrijo junto a un camino y estaba habituado a los vehiculos.

esta aguila calzada andaba rondando las palomas que se acercaban a beber a un riachuelo.