viernes, 11 de junio de 2010

seguimos destrozando el planeta


así es, nuestras actividades y las maneras con que las hacemos suponen un grave riesgo para el equilibrio de nuestra casa; lo más sangrante es que también lo son para nosotros mismos, sólo tenemos que echar un vistazo a la crisis actual. ¿cómo es posible que a pesar de ello sigamos con tales actividades cuando, en la inmensa mayoría de los casos, sólo benefician a unos cuantos?.
esta es una de las grandes preguntas sin respuesta que tiene el peculiar modo de hacer de la no menos peculiar especie humana.
el vertido en el golfo de méjico es un gran ejemplo de cómo actuamos y tratamos nuestro hogar:
los presidentes de estados unidos e inglaterra, en vez de aunar esfuerzos para aclarar lo sucedido y hacer pagar a los culpables de la empresa, están a la greña por el vertido; esto también es un dato, junto con la sonrojante y vergonzosa sentencia del accidente de bhopal 26 años después, que nos puede ayudar a que algún día encontremos la respuesta a la pregunta de más arriba.
yo, para evadirme de tanta injusticia y locura y para descargar adrenalina, suelo sentarme a esperar el atardecer a la orilla del agua que me susurra al oído y me relaja al tiempo que me invaden los colores del ocaso.
 esta foto de la casa refleja como estamos: arruinando nuestro patio mientras nos vigilan de arriba
un besote.